Aclare que cualquier declaración — ya sea en redes sociales, en un mensaje de texto, verbalmente o en cualquier otra forma de comunicación — puede considerarse una amenaza si implica algún tipo de daño a otra persona(s). Enfatice que incluso los comentarios hechos como bromas o en momentos de frustración pueden tener consecuencias graves y legales. Dependiendo de la amenaza, esto podría incluir arresto o tiempo en la cárcel para el estudiante involucrado.

Explique por qué las amenazas se toman en serio y por qué ciertos comportamientos son inaceptables. Asegúrese de que su hijo/a comprenda que las palabras y acciones, aunque no se hagan en serio, pueden tener repercusiones importantes.

Hable con su hijo/a sobre las posibles consecuencias de hacer amenazas, incluyendo acciones disciplinarias en la escuela y posibles consecuencias legales. Reitere que estas políticas existen para proteger a todos.

Anime a su hijo/a a considerar cómo sus palabras impactan a los demás. Hable sobre la importancia de la amabilidad y el respeto en todas las formas de comunicación.

Hágale saber a su hijo/a que puede acudir a usted con cualquier pregunta o inquietud. Cree un espacio seguro para que pueda expresar sus pensamientos abiertamente

Demuestre formas saludables de manejar la frustración o el enojo, ofreciendo ejemplos de formas constructivas de resolver conflictos.

Propóngase hablar con su hijo/a sobre cómo se siente y refuerce las importancia de tomar decisiones seguras y positivas en línea y en persona.